Tratamiento del Trigger Point

Lo primero que debemos definir es el concepto de Trigger point o punto gatillo, aunque a lo largo del libro lo hemos comentado es hora de entrar en profundidad. Debido a una liberación excesiva de acetilcolina en la placa motora se crean bandas tensas que originan la compresión de los capilares, disminuyendo el riego sanguíneo y provocando isquemia. El déficit de oxígeno y nutrientes contribuye a una verdadera “crisis energética” produciéndose la liberación de sustancias algógenas (sustancia P, histamina…) que activan los nociceptores, es decir, los receptores del dolor.

Los Trigger points pueden deberse a alteraciones mecánicas (disfunción osteopática), nutricionales (carencias de cofactores como vitaminas B1,B2,B6,B9,C y/o minerales como Ca,K,Fe), metabólicas, infecciones crónicas, alergias…

Los Trigger points pueden clasificarse en activos y latentes. Ambos provocan debilidad y acortamiento muscular pero la diferencia radica en que los primeros generan dolor espontáneo y los otros sólo al palparlos. En función de su localización podemos a su vez clasificarlos en centrales cuando se encuentran en la placa motora e inserciones cuando están en los extremos, es decir, en la inserción muscular (puede considerarse una entesopatía).

Todos ellos tienen como rasgos característicos:

          1-Tensión a la palpación dentro de una banda tensa muscular estriada: Se  nota como un pequeño guisante dentro de su vaina. Al palparlo puede producirse una respuesta de espasmo local característica (REL)

          2- Generan dolor referido o proyectado sobre el paciente, independientemente del tipo de animal que sea. El problema es que nuestro amigo peludo no nos puede comunicar su existencia con palabras, por lo que debemos estar atentos a su reacción corporal.

          3– Debilidad del músculo a la contracción por lo que los test musculares contrarresistencia serán positivos. Además existe acortamiento muscular por lo que la movilidad estará limitada. Podemos considerar al músculo hipertónico debilitado. Es importante resaltar que no existe atrofia muscular lo cual podría deberse a un problema de denervación.

La técnica para “desactivar” estos puntos dolorosos musculares consiste en, una vez localizados mediante una palpación suave del tejido muscular en el sentido transverso a las fibras, realizar una presión isquémica durante unos 90 segundos pudiendo a la vez realizar un pequeño movimiento tipo Cyriax (opcional). Tras lo cual se realizará un estiramiento de la zona con el objetivo de dar por completado el “ajuste miofascial”.

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