6.1 Anatomía y Biomecánica de la Región Cervical

Muchas cosas tenemos en común el hombre y el perro, y el número de vértebras cervicales es una de ellas. Todos tenemos 7 vértebras cervicales, tanto anatomicamente como biomecánicamente podemos distinguir dos zonas, un raquis cervical alto y otro bajo. El raquis cervical alto esta formado por C0-C1-C2, siendo C0 los cóndilos occipitales. El raquis cervical bajo estaría formado por C3-C4-C5-C6-C7.

          A nivel del raquis cervical alto decir que la articulación occipitoatloidea tiene una morfología concaco-convexa y forma un ángulo con el eje del cuello de unos 70º. La articulación atlantoaxoidea está formada por los procesos mamilares inferiores del atlas junto con los superiores del axis y por la articulación que se establece entre el arco ventral del atlas y la odontoides del axis, la cual es asegurada por el ligamento transverso impidiendo así la invasión de la odontoides en el canal medular. Las articulaciones C0-C1 y C1-C2, con sus movimientos especializados, y la diferenciación de músculos específicos, proporcionan a la región nucal la habilidad de mover la cabeza en cualquier dirección. En la región nucal, la lateroflexión se lleva a cabo en la articulación C0-C1 y la rotación en C1-C2, estos movimientos no se pueden separar mecánicamente. Al movimiento de lateroflexión se asocia una rotación contralateral.

Vertebras Cervicales

          El raquis cervical inferior presenta una morfología similar al resto de unidades vertebrales y sus procesos mamilares forman un ángulo de 45º de lateral a medial, de caudal a craneal y de dorsal a ventral. No olvide que todo esto se hayan orquestado por un sistema nervioso central que a través de las estructuras capsuloligamentarias y musculares recibe y ejecuta las órdenes por medio del sistema nervioso periférico.

          La amplitud de movimiento en las articulaciones intervertebrales es mayor en el raquis cervical que en el raquis toracolumbar. Esta diferencia funcional es debida a:

  •  -Las carillas son casi hemiesféricas.
  • -El mayor espesor de los discos intervertebrales en el raquis cervical
  • -La forma aplanada de los procesos articulares dorsales.
  • -Los procesos espinosos más cortos en la cervicales.
  • -La elasticidad del ligamento nucal, superior a la de los ligamentos interespinosos y supraespinosos.
  • -La ausencia del ligamento longitudinal ventral (empieza en T6).

          El espesor de los discos y la forma de las superficies articulares, equipan a la unión cervicotorácica con una gran capacidad para mantener el control de la región cérvicocefalica. Por ello esta región esta muy predispuesta a presentar zonas de hipomovilidad que generen como consecuencia hipersolicitaciones mecánicas a nivel cervical y sean la causa de procesos degenerativos como artrosis o hernias discales.

          A nivel muscular existe multitud de pequeños músculos que aseguran los movimientos de la cabeza respecto al raquis y músculos largos que relacionan los movimiento cervicales con el resto del cuerpo.        
La existencia de puntos de tensión muscular (trigger point) en estos grupos musculares puede alterar el movimiento corporal del animal, por lo que su búsqueda y tratamiento se antoja siempre necesaria en cualquier intervención en terapia manual osteopática.

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