Lo primero que debemos decir es que el perro debe de trabajar de atrás hacia delante, es decir que son como “coches con motor trasero”. La energía de protracción generada aquí debe viajar a través de la columna para impulsar al caballo. Por tanto ya podemos entender que cualquier alteración de la movilidad de los segmentos que conforman esta región repercutirá de forma negativa en la movilidad general del animal. La falta de impulso hará que el caballo deba de compensar con un esfuerzo biomecánica en otras regiones como los cuartos delanteros y sea causa de problemas en hombros por ejemplo.
Por todo ello pasemos a describir esta región tan esencial para la buena salud de nuestros perrros. Esta región esta conformada por la transición lumbosacra, el sacro, el cóccix, los iliacos y las cabezas femorales. La articulación que se establece entre la base del sacro y la última vertebra lumbar se denomina articulación o transición lumbosacra y entre las alas del sacro y los iliacos existe la denomina articulación sacroiliaca con una orientación de sus carillas articulares de 20º. La presente entre el apex del sacro y el cóccix se llama sacrococcígea y la que se dá entre los iliacos y las cabezas femorales, articulaciones coxofemorales. Todas estas articulaciones está rodeadas de tejido capsuloligamentario y miofascial que interrelacionan, como un sistema de tensegridad, todas las estructuras.
El director de orquesta del movimiento de todo este segmento es el sacro, como su nombre indica es el hueso sagrado (sacrum), cualquier alteración ya sea primaria (por hipomovilidad del propio sacro) o secundaria (por hipomovilidad de alguna de las articulaciones citadas que comprenden esta región) generará una disfunción que podrá afectar a la totalidad del movimiento del animal.
El sacro se mueve dentro de la articulación que forma con los iliacos (articulación sacroiliaca) en forma de “8 horizontalizado”. Cuando por ejemplo el perro flexiona la pierna derecha y estira la izquierda se produce lo siguiente:
-El iliaco realiza un movimiento de rotación antihoraria dirigiendo la espina iliaca posterosuperior o tuber coxal en dirección caudal y dorsal (hacia atrás y abajo).
-La base sacra del lado derecho realizará una contratación portando la hemibase sacra en dirección ventral.
-La articulación coxofemoral derecha realiza un movimiento de flexión.
-El iliaco realiza un movimiento de rotación horaria dirigiendo la espina iliaca posterosuperior o tuber coxal en dirección craneal y ventral (hacia delante y hacia arriba)
-La base sacra del lado izquierdo realizará una rotación portando la hemibase sacra en dirección dorsal.
-El apex del sacro se dirige hacia la izquierda, la cola acompaña el movimiento.
-La articulación coxofemoral izquierda realiza un movimiento de extensión.
Para que el motor de nuestro perro funcione toda esta biomecánica descrita debe de funcionar de forma correcta, donde el tejido blando permita de forma adecuada que el engranaje articular llegue a buen puerto. En caso de existir tensiones en el tejido conjuntivo que rodea a las diferentes articulaciones se podrán producir focos de hipomovilidad que generarán cuadros de hipermovilidades sintomáticas.
La castración es uno de esos factores que puede ser fuente de hipomovilidades a este nivel debido a las tensiones viscerofasciales que puede crear. Estas tensiones no generarán al momento un problema, sino que será origen de un fenómeno que con el tiempo limitará las posibilidades de movimiento del animal generando a modo de “bola de nieve” un problema cada vez mayor. Recomiendo encarecidamente la valoración de la tensión miofascial de la cicatriz de castración en todos aquellos perros con problemas de movilidad.