¿Alguna vez han tenido un vecino molesto que ha estado continuamente haciendo ruidos no dejándoles descansar hasta el punto de perder la paciencia y hacerle tomar cartas en el asunto? Pues esto es lo que ocurre en el fenómeno de disfunción osteopática, su sistema nervioso toma cartas en el asunto y actúa sobre unos vecinos ruidosos haciéndoles callar.
La médula espinal no lee notas sino que escucha melodías, es decir, que no atiende a señales selectivas sino que parece actuar ante complejos de señales que le son presentadas colectivamente y que proviene de varios puestos de información. Cuando la médula recibe informaciones contradictorias se produce el fenómeno de facilitación. Los husos con una sensibilidad aumentada debido a un estado de hiperexcitabilidad de las motoneuronas gamma que provoca un estado de acortamiento crónico de las fibras intrafusales informan falsamente a la médula que el músculo esta alargado, mientras que al mismo tiempo recibe información de los receptores articulares señalando a la médula lo contrario, lo que genera un estado de consternación segmentaria.
La facilitación de las vías motoras conduce al desarrollo de tensiones musculares sostenidas y a respuestas reflejas exageradas, asimetrías corporales y a una movilidad articular alterada. Las estructuras sometidas a este exceso de influjos va a convertirse en nuevas fuentes de influjos aferentes debido a su rica inervación motora, sensitiva y neurovegetativa estableciendo de este modo circuitos autoalimentados o viciosos que mantienen y amplían la facilitación. Los efectos fisiopatológicos de la facilitación de las vías simpáticas varían según los tejidos: los tejidos glandulares verán perturbada su secreción, los vasos sanguíneos y linfáticos su vasomotricidad y las vísceras sus diversas funciones.
La irritación que proviene de las víscera se transmite por las fibras aferentes hacia la metámera medular afectando al resto de componentes. Lewis y Kellgren demostraron que una irritación experimental directa de las vísceras provocaba contracciones en los músculos estriados correspondientes a la misma metámera. Esta irritación no tiene porque ser un proceso inflamatorio o infeccioso visceral, simplemente puede deberse a que debido a una mala adaptación a un proceso como puede ser la secuela de una cirugía se ha producido una hipomovilidad de la víscera. En palabras de Barral se podría decir que: “toda agresión patológica entraña lo que llamaremos una fijación visceral: la víscera cesa su libertad de movimiento en la cavidad a la que pertenece y se encuentra solidarizada a otra estructura; si el cuerpo no llega a adaptarse a esta situación desarrollará un problema funcional, que a la larga, si la adaptación es inadecuada, llevará a un problema estructural”
Por tanto la FACILITACIÓN MEDULAR representa un segmento de la medula espinal donde un grupo de neuronas con funciones sensitivas, motoras o vegetativas están mantenidas en un estado de hiperexcitabilidad, estado mantenido por influjos endógenos que llegan a la médula por la raíz correspondiente. El potencial de membrana de las motoneuronas del segmento medular facilitado se mantiene en un valor tan próximo al nivel de descarga que se producen respuestas a influjos que normalmente no implicarían respuesta alguna. Todas las estructuras que reciben las fibras nerviosas eferentes de este segmento (metámera) están expuestas a una inhibición o excitación excesivas (según sean neuronas inhibidoras o excitadoras). La facilitación mantenida de las vías sensitivas, motoras y neurovegetativas va a transformar el segmento lesionado en una especie de lentilla neurológica que va a concentrar y amplificar el influjo proveniente de numerosas fuentes diferente este segmento facilitado deja al organismo exageradamente vulnerable al impacto de los factores del medio y de las circunstancias de la vida diaria, las cuales son ordinariamente inofensivas, pero que en este caso se hacen nocivas e irritativas para el segmento facilitado y para las estructuras que él inerva y por consiguiente para el organismo entero.
La facilitación medular por hiperactividad gamma es la alteración neurológica (causa) que provoca una restricción de la movilidad y alteración de los componentes que conforman la metámera (consecuencia). Nuestra principal meta como terapeutas manuales es crear un ambiente neurologico correcto a través de la mecanotransducción. Ésta puede definirse como la conversión de un estímulo mecánico en una señal eléctrica. Las estructuras mecanosensitivas cutáneas, así como las que existen en las articulaciones y músculos, son las responsables de diferentes componentes de la sensibilidad táctil y profunda, tales como vibración y presión; estos órganos sensoriales especiales son los mecanorreceptores. Se asume que las deformaciones en la membrana de los diferentes tipos de células que forman los mecanorreceptores desencadenan la apertura de canales iónicos mecanosensibles que inician una despolarización, convirtiendo así un estímulo mecánico en actividad eléctrica. Para actuar como mecanotransductores las células de los mecanorreceptores deben de expresar los canales iónicos activados por la fuerza o el desplazamiento. Por otro lado, aunque la mayoría de los estudios realizados hacen especial hincapié en el papel de la membrana plasmática en la apertura de los canales iónicos, parece lógico pensar que algunas estructuras intracelulares y/o extracelulares, como las proteínas del citoesqueleto y la matriz extracelular, puedan estar implicadas en la mecanotransducción (Arnadóttir y Chalfie, 2010).
Gracias a este fenómeno los estímulos que generamos con la aplicación de las diferentes técnicas manuales son traducidos a un idioma que nuestro sistema nervioso comprende y de esta forma podemos influir sobre el fenómeno de la hiperactividad gamma y así sobre la facilitación medular, aumentando de esta forma el potencial adaptativo del sistema corporal.
Como se puede intuir de esto el objetivo de la terapia manual osteopática no consiste en “colocar huesos” sino en crear estímulos reflejos capaces de crear un ambiente neurológico idóneo. El estímulo proveniente del estiramiento forzado del huso neuromuscular y órgano tendinoso de Golgi produce , siempre y cuando se expresen mecanoproteinas formadas por canales iónicos capaces de generar la mecanotransducción, una oleada de impulsos neurológicos que viajarán tanto de forma aferente como eferente por los tractos espinocerebelosos (posterior y anterior) y por los tractos reticuloespinales (lateral y medial) respectivamente cuyo fin es la normalización de la función neurológica del sistema a traves del bloqueo del circuito de hiperactividad gamma aberrante.
Estos estados “disfuncionales” predisponen a un mal funcionamiento metabólico que con los años favorecerá el desarrollo de los estados patológicos con su etiquetado correspondiente.
De nuevo pongamos un ejemplo para ilustrar estas palabras, la ARTROSIS donde se produce una alteración de la anatomía corporal existiendo un pensamiento de la interlinea articular, reacción de la membrana sino vial tardía y osteoesclerosis con osteofitosis. Todo ello es debido a la fragilidad-destrucción del cartílago articular. La pregunta que debemos hacernos para entender la aproximación osteopática es: ¿porque se ha alterado el condrocito?
Lo cierto es que dos sistemas corporales son clave en este desenlace que estamos tratando. Por un lado esta el sistema emuntorial y por el otro esta el sistema intestinal. Los emuntorios son las zonas del cuerpo que tienen como principal trabajo “limpiarnos”, son sin duda el hígado y riñones los protagonistas de este vital papel. Cuando el sistema hepato-renal se haya sobrepasado en su función digamos que deriva el excedente al liquido intersticial o matriz extracelular.
Por otro lado tenemos al tubo digestivo y en concreto al intestino delgado. Éste representa una auténtica fortaleza para el cuerpo pero en algunas ocasione esta fortaleza esta abierta al paso de moléculas extrañas, es lo que se conoce como hiperpermeabilidad intestinal. En este estado las uniones estrechas que unen los enterocitos intestinales están alteradas y se produce un paso excesivo de macromoléculas de origen alimentario y/o bacteriano que tienen afinidad por el cartílago y pueden provocar reacciones cruzadas por homología antígena favoreciendo el ya comentado deterioro articular.
Espero que esta introducción a la disfunción no haya herido mucho sus queridas neuronas, pero es un paso fundamental para sentar las bases neurofisiológicas de lo que a continuación trataremos, comprendiendo de esta manera la praxis terapéutica y no cayendo en el misticismo y charlatanismo de los que algunos personajes ajenos a la profesión sanitaria hacen gala.