Los ligamentos son los que unen los huesos adyacentes entre sí, en las articulaciones. La función de los ligamentos es la unión y estabilización de estructuras anatómicas, y se encuentran entre los huesos y cartílagos del organismo, especialmente en aquellos que forman parte de las articulaciones.
En una articulación, los ligamentos permiten y facilitan el movimiento dentro de las direcciones anatómicas naturales, mientras que restringen aquellos movimientos que son anatómicamente anormales, impidiendo lesiones o protrusiones que podrían surgir por este tipo de movimiento. El ligamento se puede romper con un sobreesfuerzo intenso como, por ejemplo, en una caída o un golpe muy fuerte.