La artrosis son afecciones degenerativas de las articulaciones en forma de manifestaciones obstructivas cuando se sobrepasa la capacidad amortiguadora del cartílago de la articulación.
El cartílago esta constituido por la Naturaleza de manera que puede estar funcionando correctamente toda la vida. Requisito previo es una nutrición uniforme a cargo de la sinovia (liquido articular). Si esto esta impedido, el cartílago pierde solidez y elasticidad.
Las células cartilaginosas alteradas se deshilachan (grado I), se destruyen (grado II) y se desprenden (grado III). Como consecuencia de esas lesión articular, se originan en los bordes articulares entre el cartílago y el hueso malformaciones óseas (osteofitos), con pequeños salientes y prominencias.
Son posibles causas de artrosis:
Las artrosis pueden comenzar de forma solapada. Al principio, el perro se pone en pie con dificultad después de fases de reposo, mostrando movimientos rígidos e inseguros. En los paseos aparece encogido y tras largos recorridos puede mostrar signos de dolor.
Sucede incluso que el perro sufra dolores estando en reposo. La intensidad de los dolores esta influencia frecuentemente con el tiempo atmosférico, pudiendo agravarse cuando el tiempo es húmedo y frio.
Mediante inspección detenida, con ayuda de los rayos X y, si es caso, efectuando una artroscopia, se advierte en la articulación afectada la presencia de formaciones óseas y de osteofitos sueltos. En comparación con el de una articulación, sana, el espacio articular aparece disminuido.
Si se trata de una artrosis por edad ,en términos generales puede aconsejarse reducir el ejercicio y una eventual perdida de peso. En un tratamiento medicamentoso de acompañamiento, se prescriben productos antiinflamatorios y analgésicos que puedan administrarse durante un tiempo prolongado.
La cabeza del fémur y la cavidad cotiloidea (acetábulo) deben deslizarse entre si con un menor resistencia posible. En una intervención quirúrgica pueden rebajarse las producciones oseas y extraer los fragmentos de cartílago sueltos en la cavidad articular, así como aislar las superficies articulares. Si la artrosis y el deterioro articular están muy avanzados, puede considerarse la posibilidad de una artrodesis (fijación de la articulación) o efectuar una endoprótesis total (eliminación de la articulación)
Las articulaciones deben moverse de forma activa y pasiva, con lo que el cartílago se nutre y se evita en buena medida la perdida de elasticidad. La reducción del movimiento y un vendaje no son soluciones adecuadas para un enfermo de artrosis, cuando actividades violentas (ejercicios de casa, etc), quizás pueda sustituirse por juegos de búsqueda y similares. Estos pueden practicarse con cualquier tiempo, incluso en la vivienda, pero todo con medida.
Como resultado de sobrecargas en las articulaciones, la musculatura sufre contracturas de forma refleja. Los movimientos pasivos protegen las articulación frente a la rigidez y favorecen la producción de liquido sinovial. Sin suponer sobrecarga para la articulación, la natación estimula la musculatura que sostiene la articulación lesionada.
Los ejercicios estabilizadores mejoran la imagen de la marcha. A tal fin puede utilizarse todo tipo de aparatos, como trampolín, escalera o postes de slalom. Asimismo, la electroterapia puede mitigar el dolor, así como las aplicaciones del frio y calor.
Por artritis se entiende una afección inflamatoria de las articulaciones que puede provocar la lesión de la articulación afectada. Esta enfermedad tiene causas diversas, pudiendo desempeñar papel en la misma tanto factores hereditarios como lesiones articulares adquiridas o traumatismos.
Pero también pueden ser causadas por bacterias ingresadas en la articulación atreves de la sangre o por heridas externas (fracturas, traumatismos), así como por afecciones óseas. Así mismo pueden producirse inflaciones asépticas.
En la artritis puede producirse la completa destrucción del cartílago articular. El proceso inflamatorio trastorna el equilibrio de destrucción-construcción del cartílago (crónico). Si la artritis no se trata, se produce la rigidez de la extremidad, resultado esto extremadamente doloroso para el perro. La artritis puede afectar a una o varias articulaciones a la vez. Por lo común se presenta de manera repentina con los síntomas típicos de una inflamación, es decir, que la articulación aparece fuertemente aumentada de volumen, enrojecida, perceptiblemente caliente y con una movilidad limitada.
El estado del perro aparece sensiblemente deteriorado (perdida de apetito, fiebre, cojera, limitación de movimiento). Evita desplazarse y protege la articulación afectada. Incluso cuando la infección desaparece, pueden prolongarse los dolores debido a la lesión de las superficies articulares.
En principio puede ser afectados perros de todas las razas, tallas y edades, pese a lo cual, la artritis es una de las enfermedades mas frecuentes de los perros viejos.
Por desgracia, una articulación objeto de artritis no puede recuperar nunca su estado normal primitivo. Pero secuelas como atrofia muscular y limitaciones del movimiento que llegan a la rigidez de los miembros, puede estabilizarse o retrasarse.
Si se observa en el perro un desacostumbrado cansado rápido, cojera o los signos inflamatorios citados mas arriba, debe recurrirse inmediatamente al veterinario. Una vez emitido el diagnostico, el profesional y el dueño establecerán conjuntamente el correspondiente plan terapéutico a realizar.
Una posible medida de tratamiento de la artritis puede ser colocar la articulación en postura de reposo y aplicar un vendaje adecuado. El veterinario puede aconsejar al propietario del animal medidas determinadas (baños en las articulaciones, antinflamatorios, etc
Toda inflación debe tratarse con especial cuidado y precaución, La articulación afectada solo puede recuperarse en posición que asegure el requerido reposo. En perros con sobrepeso debe reducirse este, puesto que ya un peso normal supone para la articulación una intensa sobrecarga. El peso excesivo es una sobrecarga innecesaria y favorece el deterioro de la articulación.
El prolapso del disco intervertebral también recibe en lenguaje familiar el nombre de páralisis del podenco. Sin embargo, debido a la gran longitud de su espinazo, no solo resultan afectados los perros pachones, sino también los Cocker Spaniel, Bassetts y otras razas.
Entre los elementos de la columna vertebral esta compuesta por vertebras y por discos intervertebrales.
Los discos intervertebrales están constituidos por el anillo conjuntivo externo (anulus fibrosus) y el núcleo blando de textura gelatinosa (nucleus pulposus). En la columna vertebral actúan como amortiguadores de los golpes y sacudidas, con lo que permiten una alta movilidad sin que las vertebras se rocen ni se aplasten entre si. Los cuerpos de las vertebras forman el cana vertebral, por el que discurre la medula espinal, que esta envuelta por las meninges (membranas espinales). El canal vertebral representa una importante protección contra acciones exteriores (golpes) que inciden sobre la medula espinal.
Se produce un prolapso discal por debilidad del anillo conjuntivo exterior a causa de la edad o por efecto de sobrecargas, el añillo puede agrietarse y mostrar claros por efecto de la deshidratación. Como consecuencia de todo esto, puede producirse la dislocación o el escurrido al exterior del núcleo blando gelatinoso.
Se distinguen dos grados en el prolapso de los discos intervertebrales.
Para el tratamiento es importante la intensidad de la afección. Un prolapso de disco intervertebral que no curso con parálisis o trastornos en la emisión de la orina (grado I), puede someterse a un tratamiento conservador, sin una intervención quirúrgica. Existe también la posibilidad de que los síntomas mejoren espontáneamente. El núcleo gelatinoso se retrae y se seca con el tiempo, de manera que se reduce la presión sobre la medula espinal. Pero también pueden administrase analgésicos y antinflamatorios para mitigar los agudos dolores.
Para el perro resulta de utilidad un vendaje apretado. En ningun caso debe subir o bajar escaleras, ni saltar obstáculos. En lugar de collar, es mejor utilizar un arnes. Además, para reforzar la musculatura esta indicada la Fisioterapia-Osteopatia , masaje subacuatico, eletroterapia, masaje rejalante, etc.
Si se presenta una parálisis completa (Grado II), debe tratarse lo antes posible, llevando al perro al veterinario en las horas siguientes. Si el propietaria actúa rápidamente, también el grado II de la enfermedad puede corregirse con tratamientos conservadores. En caso, si el prolapso data de largo tiempo atrás, el perro debe someterse a una operación quirúrgica, después de reconocer el sistema nervioso y localizar el disco intervertebral prolapsado. En la intervención se elimina el nucleus pulposus y se estabilizan las vertebras inmediatas.
Una panosteítis es una inflamación muy dolorosa de los huesos, en la que participan todas las capas de éstos (desde la membrana ósea exterior .periostio- hasta la cavidad medular interior de los mismos). Esta enfermedad la padecen con preferencia los huesos largos de las extremidades anteriores y posteriores.
Resultan afectados frecuentemente los perros de razas grandes (como el pastor alemán y perros de tallas similares) enfermando sorprendentemente mas los machos que las hembras. Los primeros síntomas se instauran en la edad comprendida entre los 5 y 12 meses. La etiología de esta enfermedad no esta aclarada del todo. Dammrich (1979) la atribuya a una edema crónico por estasis en el espacio medular del hueso durante la fase de crecimiento, como consecuencia de una curvatura diafisaria y trastorno de desagüe venoso.
Schwalder y Cols (1994) ven la causa de la enfermedad en un trastorno de la irrigación sanguínea de la medula ósea, como consecuencia de un aporte excesivo de proteínas con la dieta, se produce en el hueso un deposito de proteína osmóticamente activa, con el resultado de originarse un edema que provoca el aumento de la presión interna del hueso, con compresión de los vasos sanguíneos del espacio medular. Otras causas citadas son trastornos del metabolismo, alergias, parasitosis, reacciones autoinmunitarias por infecciones víricas y también hiperestrogenismo.
En las sobrecargas (esfuerzos) se remansan los vasos sanguíneos existentes en el espacio medular óseo, lo que puede provocar un edema (edema = aumento de volumen, acumulación de liquido en el tejido), ya que el desagüe venoso se ve trastornado. Si la enfermedad no se diagnostica oportunamente, el edema generado provoca depósitos óseos y alteraciones funcionales en el espacio medular.
El perro muestra una cojera repentina, de intensidad entre escasa y mediana. Aquí existe la posibilidad de que la afección pase bruscamente de una a otra extremidad. Los animales afectados muestran síntomas inflamatorios como fiebre, pereza a desplazarse, que llega a ser apatía, perdida de apetito y malestar general. Los contactos con la extremidad enferma resultan muy dolorosos para el perro.
Para conseguir un diagnostico exacto son imprescindible los exámenes radiológicos y análisis de sangre.
La enfermedad suele curarse del todo, hacia el segundo año de vida. Para mitigar el dolor, el veterinario puede prescribir medicamentos antinflamatorios y eventualmente algún antibiótico.
Gunther señalo en 1995 la posible existencia de una relación entre la Panosteitis y una inflamación de las amígdalas, por lo que la extirpación de estas ultimas puede ejercer efecto favorable sobre el curso de la enfermedad. En la actualidad no esta todavía claro que una dieta baja en proteína ejerza una acción curativa.
La luxación patelar (luxación=dislocación, patella= rótula), es una de las lesiones que afectan con mas frecuencia a la rodilla del perro.
La rótula ayuda a la articulacion de la rodilla en el movimiento de extensión. Esta incluida en el tendón extensor del músculo del muslo y la pierna, resbalando dena lado al otro en la escotadura del hueso. Siesta escotadura no es bastante profunda o no está suficientemente marcada y/o los ligamentos laterales de la articulación de la rodilla son demaciado laxos, la rótula puede resbalar lateralmente.
La forma mas frecuente de la luxación de la rótula es de origen hereditario y se presenta mayormente en razas de poco peso, como los Terrier y grifón enana. La afección puede presentarse en uno o ambas extremidades posteriores. En raras ocasiones, la rótula puede luxarse también después de la rotura de la capsula articular o como consecuencia de una traumatismo. En el 75-80% de las ocasiones, la rótula se disloca hacia dentro (luxación medial).
Resultan particularmente afectadas las razas enanas y miniaturas. (Yorkshire, Terrier, Chihuahua y otras razas. Pero también suele ocurrir en razas de talla media. Solo el 20-25% son dislocaciones hacia fuera (luxaciones distales), diagnosticadas preferentemente en perro de tallas grandes como Cocher Spaniel, Setter Irlandes y Boxer.
Entre el 30% y 50% de los casos es bilateral y, más frecuente en hembras que en machos.
Es conveniente que, los perros que sufren esta patología congénita, no se usen en reproducción ya que se trasmite a través de las generaciones.
Generalmente, los perros que tienen luxación de rótula por causa de un traumatismo esta va asociada a una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla.
Durante un paseo o una carrera, el perro aúlla repentinamente, comienza a cojear de forma intensa y extiende la extremidad afectada en forma antinatural, separándola del cuerpo.
En algunos casos, la luxación de la rótula puede encajarla y recomponerla el veterinario y/o osteópata, después de palpar la región y observar el movimiento de la extremidad. Lo mas frecuente es diagnosticar la luxación de rotula en perros menores de 2 años.
En los casos mas graves el veterinario aconseja practicar la operación, aunque existe la posibilidad de que la rótula vuelva a salirse de la escotadura después de ser operada.
Se distinguen varios grados en la intensidad de la luxación.
En las luxaciones de grados 1 y 2 hay buenas perspectivas de curación practicando osteopatía y sin intervención quirúrgica.
¿QUE SE PUEDE HACER CON EL PERRO SIN OPERACION O DESPUES DE ESTA?
En los movimientos de las extremidades posteriores, la articulación de la rodilla resulta especialmente sobrecargada.
La articulación esta estabilizada y sujetada por ligamentos laterales y cruzados, meniscos y músculos. Los meniscos sirven para amortiguar los golpes, atenuando en las grandes sobrecargas las fuerzas actuantes sobre la articulación como una almohadilla de gel. El ligamento cruzado mantiene juntos la cabeza de la articulación dela rodilla y la cavidad cotiloidea.
El desgarro del ligamento cruzado anterior se produce en los perros con máxima frecuencia. Por lo regular, el ligamento cruzado posterior se desgarra solo en unión del anterior. Las roturas de los ligamentos cruzados se producen con mayor frecuencia en razas de gran talla, como Rottweiler y Dobermann.
Causas son por ejemplo un fuerte golpe (traumatismo) sobre la articulación de la rodilla, quedar enganchada en un pata o impactos violentos (atropello por coches, etc) .
En los perros jóvenes puede producirse en cualquier momento una cojera cuando practican juegos violentos. El desgarro del LC puede estar provocado por alteraciones de la irrigación sanguínea y por lesiones degenerativas de los ligamentos debidas a la edad. En animales mas viejos, los síntomas de cojera se presentan de manera rastrera, por lo que es frecuente no advertirlos a tiempo. La protección de la articulación de la rodilla tiene como consecuencia una regresión de la musculatura (M. quadriceps femoris) En el curso de la enfermedad, una rotura ignorada del LC provoca artrosis y alteraciones de la superficies articulares.
Para proteger la articulación de la rodilla afectada, el perro evita apoyar la extremidad y permanecer en pie. Solo contacta la punta de los dedos con el suelo y muchas veces mantiene la articulación de la rodilla ligeramente flexionada. Si el LC solo esta desgarrado, el perro exhibe una cojera entre ligera y medina. La rotura del LC se produce con frecuencia asociada a una lesión de los meniscos. Los intensos dolores así provocados, originan una acusada cojera. El animal rehúye los paseos mas sencillos, se echa frecuentemente en el suelo y por lo general aparece apático.
En perros viejos se intenta tratar la lesión con una vendaje de sujeción, que debe mantenerse durante varias semanas. El perro debe tratarse inexcusadamente con cuidado y ser llevado con cadena.
Una operación suele ser necesaria y justificada. En esta intervención , el LC se sustituye por una prótesis, con lo que la articulación dela rodilla, adecuadamente estabilizada, queda a salvo de nuevas lesiones.
Post Operaciones: Cuidados y un estricto vendaje son imprescindibles como mínimo durante 6 semanas. La articulación afectada no debe sobrecargarse, a fin de evitar una nueva lesión dela prótesis del LC. Tras la operación, es particularmente importante el tratamiento terapéutico para contrarrestar la producción de una artrosis.
Cuando los músculos se estiran excesivamente, en los casos mas leves se rompen algunas fibras musculares. En las extensiones extremas, el musculo puede romperse por completo, lo cual puede suceder cuando actúan sobre el tejido muscular una traumatismo, pero también mecánicamente como consecuencia de grandes saltos o actuaciones deportivas extremadamente intensas. En los perros, sin embargo, son bastante raras las roturas musculares, pero cuando se producen, los músculos mas afectados suelen ser el M. triceps brachii o el M. gracilis.
El perro afectado exhibe cojera de mediana o gran intensidad. En la zona de la rotura o de la distención fuerte suele haber una hematoma, el perro reacciona a la presión con manifestaciones de dolor y retirada del miembro afectado. En la rotura de fibras musculares, al producirse esta puede escucharse como un chasquido.
En el punto lesionado se origina inmediatamente una abultamiento o una roncha, que en algunos casos pueden palparse durante todo la vida .
Cuando se rompe mas de 1/3 de la sección transversal de un musculo, la rotura se opera. Los desgarros pueden someterse a tratamiento conservador, con postura de reposo, aplicaciones frías y vendaje compresor