(Displasia = Desarrollo alterado)
Enferman de displasia del codo preferentemente los perros de razas de talla grande y mediana, Entre ellos se encuentran, por ejemplo, los dogos, pastor de los Andes, mastín alemán, Rottweiller y Retriever, por existir en ellos una predisposición genética.
El codo de los perros es una de las articulaciones más congruentes y estables del cuerpo, permitiendo, por su complejidad, dos ejes o grados de movimiento supinación-pronación del antebrazo y, flexión-extensión. Su complejidad viene dada por su composición: articulación humeroradial, humeroulnar y, radioulnar proximal.
En las displasias de codos, se distinguen tres grupos. :
La OCD, la FPD y la IPA son formaciones alteradas de la articulación del codo y se originan durante la fase de desarrollo, por lo genera entre los cuatro y los ocho meses de edad. Posible causa de esto es, junto con un crecimiento rápido, una predisposición genética. Pero también pueden provocar una formación alterada del codo paseos fatigosos, carreras demasiado tempranas con bicicleta, tumores, fracturas, accidentes y una alimentación defectuosa. Entonces se produce una intensa cogerá, muy dolorosa, que sin embargo, en su fase inicial aparece disimulada y no siempre se percibe oportunamente.
La articulación afectada puede estar inflamada, a la vez que aparece una abultamiento palpable. El perro evita jugar y retozar como seria propio de su edad. Incluso los paseos cortos le pueden resultar muy penosos.
Puede verse afectada espalda, codo, rodilla y corvejón (tarso), y más rara vez otras articulaciones. El diagnostico de la OCD es por lo general muy difícil, por lo que , para poder emitir un diagnostico correcto, resulta de especial importancia disponer de una buena imagen radiográfica. En la OCD se produce un trastorno de la formación del cartílago de la articulación.
La consecuencia es que el cartílago se desprende en la articulación y luego queda suelto en esta.
El fragmento de cartílago suelto actúa como cuerpo extraño. Mas conocido como ratón articular, es causa de dolores irregulares. El trocito suelto es como un ratoncillo que una veces aparece y otras se esconde.
Provoca en el perro una cojera, que al día siguiente puede desaparecer. Por ello, cuando la alteración se reconoce demasiado tarde, puede producirse una artrosis. La articulación resulta cargada de manera irregular como consecuencia del desarrollo alterado, y las superficies articulares se deterioran.
La causa es un trastorno del desarrollo del radio. Se produce una formación gradual en la articulación del codo, ya que el desarrollo del radio se rezaga en comparación con el cúbito. En el radio se asienta una pieza ósea llamada Processus coronoideus. Cuando este no se osifica correctamente, puede desprender pro efecto del movimiento o de sobrecargas extremas, quedando entonces suelto en a articulación. En algunos casos se calcifica el fragmento suelto de cartílago, lo que se aprecia en el examen radiológico. El proceso ocasiona fuerte dolores, pudiendo dejar también detrás de si una artrosis. Al principio de la enfermedad, el perro muestra una cojera irregular.
Como sucede con la FPC, se produce un trastorno del desarrollo y una formación escalonada en la articulación. En el síndrome del cubito corto, el crecimiento de este hueso se retrasa en comparación con el radio. Debido al crecimiento demasiado corto del cúbito, este hueso y el radio no se acoplan entre si en su desarrollo.
Cuando la articulación se mueve mucho o sufre sobrecargas intensas, puede producirse la separación del Prosesus anconeus (apófisis curva del olécranon), que por las sobrecargas sufridas por la articulación del codo no ha crecido.
El hecho de realizar un diagnostico radiológico prematuro hace que se pueda instaurar un tratamiento adecuado y evita la formación de artrosis que produce dolor y limitación funcional del codo durante toda la vida del animal. El diagnostico se puede complementar con pruebas diagnosticas como el TAC o la RNM
La evolución depende del grado y tipo de lesión, pero, generalmente es desfavorable sin cirugía. El tratamiento quirúrgico da buen resultado si aun no se han producido cambios degenerativos en la articulación. En cualquiera de los casos es necesario realizar una buena rehabilitación con el fin de:
El tratamiento de Osteopatia y/o Fisioterapia varía en función del animal y del estado de la lesión. Es importante empezar lo antes posible con el tratamiento para que este sea efectivo y, para evitar séquelas como movilidad reducida y/o dolor crónico.
El animal pasa por diferentes fases hasta su total recuperación. Es imprescindible conseguir de forma gradual los objetivos marcados. Se da por finalizado el proceso de recuperación cuando el animal es apto para realizar las actividades diarias.
Durante los tres primero días después de la intervención, es importante actuar sobre la inflamación y el dolor y, evitar que aparezca la atrofia muscular y la disminución del arco articular. Para ello se utilizan técnicas pasivas que reducen la inflamación, producen analgesia y ayudan a mantener el tono, la masa y el arco de movilidad. Entre estas técnicas hay la electroterapia (TENS segmental y Electroestimulación muscular), masajes, movilizaciones pasivas y crioterapia (frío).
En perros mayores o perro que no han sido intervenidos los objetivos serán los mismos que en animales que han pasado por una intervención. Es importante eliminar el dolor ya que, con dolor no se puede trabajar.
Es importante des del principio masajear y mover el codo afectado siempre y cuando no haya contraindicación veterinaria y, respetando en el caso de fijación, el periodo de cicatrización y unión de las partes fijadas. El hecho de masajear y mover la zona y la extremidad afectada ayuda a mantener la movilidad, evita la pérdida de masa y tono y trabaja los propioceptores.
Una movilización suave combinada con diferentes técnicas de masajes y Osteopatía/Fisioterapia ayudan a disminuir la inflamación y reducir el dolor.
Porcentuales de DISPLASIA DE CODO en algunas razas: OFA
(dis = anómalo, plasia = conformar, Displasia = conformación anormal)
La displacía de la articulación de la cadera, en abreviatura DCa, es uno de los cuadros patológicos mas conocidos del perro. La DCa es una malformación de origen genético de la articulación de la cadera y que puede presentarse en diferentes grados. La cavidad cotiloidea (acetábulo) de la articulación dela cadera y la cabeza del fémur no se adaptan en su forma entre si. La causa puede estar en la cabeza del fémur, que, por ejemplo, puede ser muy grande o demasiada pequeña, lo que impide su adaptación en la cavidad cotiloidea. Por otra parte, esta puede no ofrecer suficiente profundidad a la cabeza articular o bien ser de forma distinta. En tal caso, la cabeza articular del fémur no puede adaptarse a la cavidad cotiloidea o bien carece del holgura necesaria en la misma. En el curso de la formación del esqueleto, como consecuencia de un trastorno del desarrollo se producen en los perros jóvenes las mas variadas alteraciones de la articulación. La cabeza del fémur altera su posición en el acetábulo, y en los casos de DCa extremadamente graves puede incluso resbalar fuera de la cavidad.
Como consecuencia de esto, la articulación de la cadera puede luxarse. Si cavidad y cabeza difieren en su adaptación mutua, se dice que son incongruentes (no adaptables)
La predisposición de la DCa ya la tiene el perro al nacer. Sin embargo, en ese momento todavía no es posible emitir un diagnostico.
Los síntomas de la displasia solo aparecen en el curso del desarrollo del esqueleto, o sea, en la fase de crecimiento. Por ello, los expertos recomiendan someter a los perros de razas (raras) aun examen radiográfico de la DCa se presenta con llamativa frecuencia en las siguientes razas :
Lo que no quiere decir que un Fox Terrier no puede enfermar también de DCa.
En la llamada medición del ángulo Norberg con ayuda de una plantilla especial, se mide directamente en la imagen radiológica el ángulo de la articulación de la cadera.
En esta medición hay dos criterios principales :
Graduación :
El músculo pectineus se encarga de adherir la extremidad posterior al tronco. Si se corta este músculo, se reduce una tracción excesiva y la cabeza se desliza de nuevo en el fondo de la cavidad cotiloidea. Con esta operación se mejora en buena medida la libertad de movimientos de la articulación de la cadera. En cambio, la estabilidad de la articulación no mejora abiertamente, y la constitución de la artrosis progresa, por lo este método operativo no supone una solución duradera.
En la denervación se seccionan las fibras nerviosas responsables de la conducción del dolor generado en la cadera. Al perro se le ahorran los dolores provocados por la formación anómala de la articulación. De esta manera, el perro puede utilizar mejor la extremidad posterior, lo que tiene como consecuencia una evidente rehabilitación muscular. Los músculos pueden entonces apoyar mejor la articulación enferma. Sin embargo, con la sección del nervio no pueden tratarse las causas, ni evitarse la artrosis subsiguiente.
Esta posibilidad quirúrgica solo es aconsejable cuando las medidas de tratamiento anteriores ya no parecen eficaces, y siempre que el perro no pese mas de 25 kg. A medida que aumenta el peso, se reduce la benignidad del pronostico en lo referente a posibilidades de pronóstico en lo referente a posibilidades de curación. En esta operaciones se extirpa la cabeza del fémur alterada, asiento de dolores lesiones inflamatorios y artrósicas. La cavidad articular (vacía) se llena con huso de forma una llamada “articulación falsa´´.
Una musculatura bien constituida apoya la función de la articulación
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La endoprótesis total es una eficaz método de aprovechamiento de posibilidades de operación y tratamiento. La cabeza y el cuello del fémur, así como la cavidad cotiloidea, se extirpan en su totalidad, siendo sustituida por implantes. Incluso en casos graves, después de esta operación dispone el perro con frecuencia de una articulación prácticamente integra e indolora. No obstante, en la cementación del implante puede producirse daños. Al endurecer el cemento puede originarse calor, el organismo puede rechazar el implante, o bien se afloja este cierto tiempo después de la aplicación. Este método se utiliza con preferencia en razas grandes y de talla media.